sábado, 22 de noviembre de 2008

Que grande es youtube

Hubo un trailer en el cine que me dejó eufórico, todo y que la peli resultó más bien del montonazo. Pero recuerdo perfectamente el día que lo vi. No sé en que proyección era, pero lo que si recuerdo es que fue un día donde el terror en la cartelera brillaba por su ausencia. Ya sea por el heroe del que se anunciaba el regreso, o por el juego-trampa del anuncio (esa música parecía anunciar un "El estanque dorado 2"), este dichoso teaser me hizo saltar de la butaca. Supongo que serán cosas de la pasión por este dichoso género, ya que al verlo ahora en youtube me ha parecido una memez JA JA JA

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Holocausto caníbal





ANTROPOPHAGUS PRODUCTIONS presenta

SÁBADO 13 DE DICIEMBRE 2008 - 18H.

Proyección de la película de CULTO "Holocausto caníbal" con la presencia en el pase de su director Ruggero Deodato.

Y gracias a la colaboración de Manga Films, sorteo de 6 DVD DIGIPACK de la edición especial de la película.

Entrada gratuita.

Centro Garcilaso
C/. Juan de Garay, nº116.
BARCELONA


Metro Sagrera. L-1 y L-5.

martes, 18 de noviembre de 2008

Entrevista con: ANTONIO JOSE NAVARRO

Por Ramon Ruestes y Olga Solans

Continuamos con los críticos de cine. Despues de Alex Gorina, entrevistamos a Antonio José Navarro. Además de un gran escritor del género, una bellísima persona. Espero que os guste.


Como debe ser el análisis de una película.

-En principio el análisis de una película debería ser sobretodo una cosa que tuviera ciertas dosis de pasión, un cierto apasionamiento. O sea, yo no creo que una película sea algo que deba ser analizado de una forma fría, y vamos a decir, objetiva. Para empezar, no existe la objetividad aplicada al análisis del cine, de la literatura o de la pintura. Debe ser rigurosa. Es decir, debes tener el máximo de información, y no solo de la película, también de su entorno cultural, social y de la época (en el caso que sea una película antigua). Para valorarla (no diré justicia) con una cierta ecuanimidad. Y sobre todo debes ser honesto con tus lectores, o con las personas que te escuchan por la radio, o que te ven por la televisión, liberándote de prejuicios. Siempre y cuando eso sea posible, porque tenerlos forma parte de esa subjetividad. Yo pienso que lo que hay que hacer es tener la capacidad cultural suficiente para darle a la película ese análisis que se merece. Incluso las películas más malas Yo pienso que no hay temas indignos sino tratamientos indignos. Y yo pienso que a eso hay que aspirar.-

La difusión del cine en la red.

-Hombre, actualmente no tengo una opinión muy clara porque todo es el caos. Considero que es el futuro, esto lo tengo muy claro. Creo que Internet será un canal de distribución importantísimo, porque habrá televisiones y de hecho ya están preparadas para ello, que se podrán conectar directamente a la red y tú podrás seleccionar la película que quieras o el programa que te apetezca, etc… Pienso que las majors, que tienen el suficiente poder económico y tecnológico diseñarán páginas Web donde tú podrás bajarte los fondos por ejemplo de Metro o de Universal. Y pienso que para ciertos cineastas independientes o marginales puede ser esa especie de canal alternativo que hubo en los sesenta y setenta de salas de programa doble, de barrio, de pueblos… Es decir, el que era ese circuito alternativo que no estaba dentro de las planificaciones de las majors. Internet, un poco, se convertirá en eso.
Tú podrás hacer tu película con poco dinero y la difusión en Internet será tremendamente barata y llegará a un público masivo. Masivo y mundial. Cosa que en el Festival de Sitges hemos visto películas que están condenadas a no verse.-

Entonces es más bien un periodo de transformación y no de crisis.

-Yo creo que está en crisis un modelo mental. Sabemos que las cosas antiguas no acaban de funcionar ya, o empiezan a no funcionar. Ciertas cosas, las que hemos vivido siempre. Es decir, el consumo audiovisual domestico, el ir a alquilar una película, cierto tipo de salas de exhibición. Pero lo que no se sabe, o aparentemente no se conoce es a donde vamos a ir. Yo pienso que siempre habrá cines. Hay ciertas películas que requieren una pantalla grande. Y el cine se convertirá en lo que se ha convertido el Teatro. O sea en un acto cultural y un acto social a la vez. Pero el gran grueso de películas se consumirá a través de esas supuestas páginas Web donde tú podrás descargarte lo que quieras. Desde los grandes clásicos hasta la última película extraña de un realizador novel. Luego es posible que esto se retrase por la enorme crisis económica que estamos viviendo, y que de momento sus consecuencias son imprevisibles. Y sobretodo porque hay una serie de problemas técnicos y legales para poner en marcha todo eso. Tú piensa sobretodo que hay una industria muy poderosa de laboratorios que siguen haciendo copias en 35 mm. Hay un lobby poderosísimo de transporte de copias. Y por supuesto no están dispuestos a renunciar de la noche a la mañana a lo que hacen ¡Se readaptarán seguro! Esto llegará, pero la industria se marca sus propios tiempos.

Los festivales de cine ¿Para quién y para qué?

Los festivales son para las siguientes personas: Primero para la población donde se hace, porque son un polo de atracción para muchos visitantes y la industria turística y de restauración se beneficia de ello. El Festival de Sitges, sin ir más lejos, nació con la voluntad de alargar la temporada turística. Y así está siendo desde hace 41 años. Luego, los festivales, en principio se hacen para la industria. Ya que la gente hace aquí muchas relaciones públicas, hablan de proyectos, etc… Y es un punto de encuentro. Una excusa. Hay gente que se ve dos o tres veces al año y lo hace en unos festivales muy concretos. Luego se hacen para el público. Hay un público que tiene sed de novedades, que en principio antes era difícil de ver, pero que ahora con Internet y con el DVD, yo lo pongo más en duda, es decir que todo se puede llegar a ver. Yo ya no me desespero por ver según que cosas porque se que acabaré viéndolas. Y también se hacen para aquellos cineastas jóvenes o para aquellos productos difíciles, que es la única manera que tienen para darse a conocer. Al menos de momento. Ese es el papel que juegan los festivales. Evidentemente hay muchos. Hay un excedente de festivales. Y eso dificulta el trabajo de todos. Todos nos peleamos por las mismas cosas, ya que en realidad no hay tantas películas. Quiero decir que numéricamente hay muchísimas, pero con unos ciertos niveles para colocar en festivales no hay tantas. La experiencia ya del mercado de Cannes, nos ha enseñado ya que es desolador pasarse todo un día viendo veinte minutos de montones de películas sin sacar nada en claro. Entonces yo pienso que se debería racionalizar. No voy a ser tan absolutamente despótico como Jill Jacob que tiene el festival más grande de cine, no diré del mundo pero si de Europa como es el Festival de Cannes, que no hace mucho hizo unas declaraciones muy despectivas diciendo que había demasiados festivales y que había que eliminarlos. En cierta manera, esa arrogancia y prepotencia de “El grande hacia los pequeños”, eso no lo voy a decir, porque no estoy de acuerdo ¿No? Pienso que cualquier pequeño festival cumple una función. Pero si que hay que racionalizarlos, las fechas, los objetivos, ordenarlos simplemente.

El cine de terror actual.

Bueno, a mí me suelen acusar de tremendista, de derrotista y me dicen que llevo muy mal esto de hacer críticas de cine moderno (risas) Lo cual no es verdad porque estoy muy contento y lo paso muy bien. Personalmente veo que hay buenas películas, a veces grandes películas, pero estas son solo las excepciones. La tónica general es que hay un perfil cualitativo muy bajo. Hay muy poca ambición, muy pocos realizadores con ideas… También es cierto que la situación no es fácil. No es fácil, porque aunque nos pueda sorprender, el cine de terror sigue siendo un tema tabú, perseguido. Hace poco me explicaban que al nuevo jefe de la Warner americana no le gusta nada el cine de terror, y está intentando eliminar de los planes de la compañía, todo lo que sea cine de terror. Y claro, delante de esta perspectiva, las majors que son las que tienen la mayor posibilidad y la facilidad para dar salida a estos productos con un cierto nivel, pues parece que esto desaparecerá. Y hoy en día no hay ese espíritu gamberro, transgresor. Y esa voluntad de artesanado consciente y eficaz que había hace treinta años. Sin ir más lejos, el cine de terror americano de los años setenta eran producciones de serie B y eran películas de un nivel altísimo. Entonces no soy muy optimista. Lo que sí es cierto, es que ahora que hay crisis, si los sociólogos tienen razón, lo que es el cine de evasión y el cine de terror, pienso que volverá a tener una especie de rebrote. Nadie irá al cine a ver películas sociales teniendo él los problemas en casa. Lo que van a querer es evasión, pasar miedo, catarsis que se llama.

¿Tiene el aficionado español verdadero interés por la historia del cine?

¡No! Rotundamente no. Creo que hay mucha gente que cree que el cine empieza como muy lejos en “Reservoir Dogs”. Pienso que el aficionado actual, en líneas generales, no tiene ni de lejos la inquietud que teníamos los aficionados de mi generación. Que lo buscábamos todo, lo veíamos todo. Y sobretodo, lo que me molesta más, es que hay una arrogancia y una estupidez… ¡Y lo recalco y lo digo sin ningún tipo de vergüenza! Porque todo el mundo lo que quiere es ver películas artísticas que los eleven a una especie de nirvana que solamente conocen ellos. Creo que el cine es diversión. Creo que el cine es evasión. Creo que el cine es arte, es cultura y que todo eso se puede conjugar perfectamente. Yo me divierto tanto como en una película de Bergman, como en una de Mario Bava. O una de Passolini o la primera versión del Conde Yorga de Bob Kelljan. O sea que para mi el cine, entre todos esos extremos, es lo que hay en medio. Y pienso que es la única manera de disfrutarlo, sincera, honesta, rigurosa como antes te decía.

Hay que ser más desprejuiciado…

Evidentemente. Porque además, a veces hablan de cosas que no saben. Citan ensayistas, citan filósofos que apenas conocen y lo que hacen es crear una cortina de humo para disimular que no tienen ningún discurso o ninguna visión del tema. O sea si tú eres una persona de cultura y de nivel, puedes disfrutar con Bava y con Bergman a la vez, porque son dos creadores que dentro de sus ámbitos concretos cada uno, te explican cosas importantes. Pero lo hacen desde el convencimiento, desde el rigor. Y creo que hay que conocer la historia para saber donde estamos y donde podemos ir. De hecho, muchos de los realizadores que están aquí en Sitges, por ejemplo, tienen muy claros sus referentes culturales. Y eso quiere decir que sí que conocen la historia, saben lo que vale y saben lo que les aporta.

Cuando hablas de un film sueles destacar mucho la situación socio-cultural del momento de su realización.

A la gente le puede sorprender mucho que una película, voy a poner por ejemplo “La noche del terror ciego” de Amando de Osorio, que hoy sería considerada y es considerada una caspa, pues es una película que en Barcelona se estrenó en un cine que hoy ya no existe que se llamaba “Regio Vistarama” que tenía 1.500 localidades. Y estaba lleno. Claro, si tú no conoces ese dato, no puedes entender como esa película a lo largo del tiempo ha atesorado una cierta fama, o tuvo cierto impacto. Y lo que tienes que conocer es lo que motivó a esos espectadores ver esa película. Entonces, creo que es muy importante. Además, las películas no surgen del aire. Por ejemplo, dentro de treinta o cuarenta años, cuando alguien quiera explicar la razón de porque en España surge una película como “Princesas” ( Fernando León de Aranoa 2005) tendrá que entender cual es el entorno socio-político del momento ¿Qué es lo que pensaba la gente? Entonces pienso que eso es importantísimo. A partir de ahí los autores pues reaccionan y hacen sus películas. Y entonces pues tú te debes dedicar a lo que te dice la película ¿Qué visión te da lo que sucede en la película? ¿Qué sucede? ¿Qué no sucede? Y pienso que es algo muy importante y que no se debe dejar de banda. Tú no puedes entender por ejemplo el cine americano de terror de los setenta sin el Viet-nam, sin el Watergate, sin la contra-cultura, sin los hippies, sin la reacción de los stablishiment contra esa contra-cultura y contra esos hippies o sin la crisis del petróleo. Y es que sería absurdo, o sea esos directores lo estaban viviendo y estaban impregnados de ello. Y lo mismo sucede con los directores de la escuela italiana de terror de los años sesenta, que estaban inmersos en una Italia dominada por las democracia cristiana, donde solo se quería fomentar un cierto tipo de cine, donde había una legislación restrictiva y donde realmente se creó una polarización en el público, entre los que iban a ver el cine oficial y los que iban a ver géneros populares. Por lo que todas estas cosas hay que tenerlas muy en cuenta.

Una película del Sitges 08

Mi favorita es sin duda la de vampiros sueca. Yo estoy enamorado de esa película (“Let the right one in”, Tomas Alfredson 2008). Entre otras cosas porque considero que es una grandísima película y es un lujo que hace años que no tenemos. Yo estoy fascinado con ella. Porque sin desvelar nada, te puedo decir que para mi es una película que a la vez que mitifica el mito del vampiro de nuevo, lo desmitifica con una naturalidad, con una sinceridad y con una limpieza que es imposible pensar en otro tipo de película. Y considero que es perfecta. La manera en que está construida. La manera en que está planteada… ¡Y es mucho mejor que la novela! Eso lo tengo clarísimo. Y tengo mucha curiosidad por ver la reacción del público, porque es un plato exigente. No es para cualquiera.

Muchas gracias Antonio.

Gracias a vosotros.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Jack Brooks: The monster slayer




¿Harto y cansado de tanto estúpido remake? ¿Ya no le sorprenden los fantasmas asiáticos? ¿Echa de menos el terror que se hacia en los 70 y 80? ¿Fuiste una rata de videoclub y te entusiasmaban esas series B repletas de monstruos y de humor negro?No busques mas, tu película es “Jack Brooks: The monster slayer”. Todo un festival terrorífico, divertido, sorprendente, fresco y de lo mas innovador. Jon Knautz dirige esta, su primera película, no exactamente incluyendo los clichés de ese cine, tal y como pueda dar a entender esa introducción. Sino recuperando la manera de hacer ese cine, para contarnos una historia nueva y fresca. Algo así como el discurso de Quentin Tarantino. El protagonista, Jack Brooks (el también productor Trevor Matthews), es todo un (anti) heroe con problemas psicológicos que le impiden mantener un control sobre su ira. Robert Englund, protagoniza el papel de un excéntrico y chiflado profesor Crowley’s. Los dos, serán los responsables de abrir las puertas a un demonio, el cual acabará poseyendo al profesor ¿No les parece delirante? Pues eso no es nada. Prologo y epilogo en plena jungla, hombres lobo, monstruos, demonios casi importados de la peli de Lamberto Bava, y nuestro heroe convertido en un cazador de monstruos en cuanto aprende que esa incontrolada furia, puede ser usada para combatirlos.

No le falta gore, ni un humor negro delirante a toda la película, este de la mano de un Robert Englund totalmente desbocado, tal y como lo merece el personaje al que interpreta. Y no busquen demasiados efectos digitales, pues esta cinta, desprende olor a espuma de latex de principio a fin. Vamos, una digna serie B, de esas donde la B, tal y como dijo el bueno de Enzo G. Castellari, significa Beautiful.