Llegan los mega-festivales de música. Esos festivales tan impersonales. Aquellos que parecen campos de concentración. Aquellos tan esponsorizados. Aquellos que incluso establecen su propia moneda, con una inflación desaforada. Aquellos que con tanto escenario cuentan con zonas donde se cruza el sonido de diferentes conciertos. Conciertos fríos, sin química, a cualquier hora y de cualquier forma. Aquellos que pretenden desbancar el concierto de toda la vida en el que se crea ese clima y esa química tan especial entre artista y grupo. Aquellos que pronto nos obligarán a soltar la friolera equivalente a una jornada completa de festival cuando queramos ver a un grupo internacional. A todos ellos, les digo: Fuck off!!!!
Menos mal que todavía quedan artistas como estos:
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