jueves, 15 de diciembre de 2011

Especial John Carpenter: Halloween 3: El dia de la bruja y Christine

Por Dario Garcia, Samuel Garcia y Ramón Ruestes

HALLOWEEN III: EL DIA DE LA BRUJA (HALLOWEEN III: SEASON OF THE WITCH, 1982)

“El público no quería ver eso, sino la fotocopia de un chiflado con un cuchillo”.- John Carpenter

Todo comienza cuando un hombre es brutalmente asesinado en un hospital por un loco que posteriormente mediante un coche bomba fallece. Ellie Grimbridge y un doctor, Daniel Challis, se hacen cargo de la investigación de este crimen descubriendo además que la fábrica de máscaras tiene como finalidad acabar con la vida de todos los niños durante la noche de Halloween utilizando sus artículos.

La historia sobre Michael Myers, Laurie Strode y el doctor Loomis había quedado cerrada y era la hora de contar otros relatos. Carpenter había estado ocupado con el rodaje de La Cosa, en 1982, pero pretendía crear nuevas historias desarrolladas durante la noche del 31 de Octubre formando un ciclo de películas. Este nuevo proyecto nació y murió con Halloween III debido a su fría acogida. Fue escrita y dirigida por Tommy Lee Wallace (It: Eso, Vampiros: Los Muertos), amigo y colaborador de John en Dark Star, Asalto a la Comisaría del Distrito 13, La Noche de Halloween, La Niebla y Golpe en la Pequeña China, entre otras.


También conocido y acreditado como Tommy Wallace, el realizador está especializado en secuelas, ya que se responsabilizó de la dirección en Noche de Miedo 2 y Vampiros: Los Muertos, y escribió el guión de Amityville II- The Posesion.

Producida por John Carpenter y Debra Hill para Universal Pictures, esta vez sin la intervención de Dino De Laurentiis pero con la implicación de Irwin Yablans, Joseph Wolf y Mousthapa Akkad, no tuvo una buena acogida en Estados Unidos llegando al punto de que en España fue editada directamente en video. La nueva historia alejada de Michael Myers, Loomis y Laurie no convenció a muchos fans, incluso ofreciendo una trama interesante.

Alan Howarth y John Carpenter escribieron y compusieron la banda sonora.

Dirección y guión: Tommy Lee Wallace. Producción: Universal. Productores: Debra Hill y John Carpenter. Productores Ejecutivos: Irwin Yablans, Joseph Wolf y Moustapha Akkad. Productor Asociado: Barry Bernardi. Fotografía: Dean Cundey. Música: John Carpenter y Alan Howarth. Montaje: Millie Moore. Diseño de Producción: Peter Jamison. Vestuario: Frances Aubrey y Jane Ruhm. Efectos Especiales: John G. Belyeu y William Aldridge. Efectos Especiales de Maquillaje: Tom Burman. Sonido: Tommy Causey, Joseph Brennan, Andy Rovin y Billie Varney. Ayudantes de Dirección: Ron L. Wright y Scott Ira Thaler. Intérpretes: Tom Atkins (doctor Challis), Dan O´Herlihy (Conal Cochran), Stacey Nelkin (Ellie), Ralph Strait (Buddy), Michael Currie (Rafferty), Jadeen Barbor (Betty), Bradley Schachter (Buddy niño), Garn Stephens (Marge), Nancy Kyes (Linda), Jon Terry (Starker).

CHRISTINE (CHRISTINE 1983)

Richard Kobritz tenía en mente llevar a la pantalla la novela “Christine” de Stephen King. Ya había producido anteriormente “El misterio de Salem´s Lot” para la pequeña pantalla y ahora quería llevar al cine esta novela. La novela tenía mucho potencial, la afición de los americanos por los coches, jóvenes y Rock&Roll por un tubo. Y es que aquellos años fueron sin duda los años de Stephen King. Todo lo llevado a la pantalla hasta aquel entonces había sido de un rotundo éxito, “Carrie”, “El resplandor”, “Cujo”, “La zona muerta”, pero probablemente al guionista seleccionado para pasar las 580 páginas del libro a un simple guión, se le quedó grande. Se tuvo que eliminar infinidad de situaciones y personajes.

La cosa era realmente difícil, y claro, era muy previsible que se perdiera el espíritu de la novela. Al primero que tuvo en mente Kobritz fue a John Carpenter, pero este andaba metido en otro proyecto de King para la Universal, “Ojos de fuego” concretamente. Ese proyecto acabó en manos de Mark Lester y Carpenter finalmente se pudo involucrar en “Christine”. Para dar vida a Christine se inició una búsqueda por todos los clubs de coleccionistas de todo el país durante varios meses. Al final la colecta ascendió a un total de 14 Plymouth Fury del 58 (el cochecito diabólico de la novela) y varias piezas de recambio. Piezas de recambio con las que contarían un equipo de chapistas y pintores contratados para el rodaje, los cuales se encargarían de ir reparando los desperfectos. Los efectos especiales del coche fueron obra de Roy Arbogast, el mago del equipo de Spielberg quien ya había trabajado con Carpenter en “La cosa”. El elenco de actores era mas bien mediocre, Keith Gordon el muchacho protagonista, John Stockwell, y un desaprovechado Harry Dean Stanton interpretando a un detective sin pies ni cabeza.

Y es que el guión se las trae. Ante un buen principio donde se nos dice que el coche tiene vida propia y puede llegar a matar simplemente por dejar caer la ceniza de un cigarro en su flamante tapicería, le sigue una historia unas décadas después donde no llegamos a saber si es malo, si es celoso o con qué fin posee a sus dueños. El personaje de Arny queda claro que es el patito feo del instituto y el coche le otorga chulería, una nena mona y popularidad. Del mismo modo que el coche acaba derramando la sangre de todos los “Nelson Muntz” que le habían estado haciendo la vida imposible en la escuela. Carpenter juega bien durante la mitad del film el que el espectador no sepa hasta qué punto es Arny o el coche el autor de las muertes. Está claro que el coche tiene vida, consciencia, celos y que Arny está siendo dominado por el coche. Pero hacia la parte final ello no queda resuelto de ninguna manera. Ni el personaje del detective llega a ningún puerto, ni el de los padres de Arny, ni el mejor amigo de Arny parece tener ningún otro fin más que el de dar tumbos, para al final, irrumpir en un duelo. Los únicos momentos buenos de atmosfera son sin duda los de las muertes de los macarras. Las carreras con el coche detrás, el coche en llamas, la música compuesta por Carpenter con sintetizadores en los momentos en que Christine enciende sus cegadores faros,…Es ahí donde Carpenter se nos muestra tal y como lo conocemos, un creador de atmosferas brillante. Pero en el resto, parece ser consciente de estar realizando un film puramente comercial y de explotación Kingniana. Ni tan siquiera es capaz, y eso que es músico, de conseguir una buena atmósfera de los cincuenta. Para ello falta algo más que un par de temas de Buddy Holly y Little Richard aquí y allá. Personalmente, por ejemplo, yo habría elegido cualquier otro tema para la escena de la autoreconstrucción del coche…

Dirección: John Carpenter. Producción: Polar Films. Productor: Richard Kobritz. Productores ejecutivos: Kirby McCauley y Mark Taylor. Productores asociados: Larry J. Franco y Barry Bernardi. Argumento: Novela “Christine” de Stephen King. Guión: Bill Phillips. Fotografía: Donald M. Morgan. Música: John Carpenter y Alan Howarth. Montaje: Marion Rothman. Diseño de producción: Daniel A. Lomino. Dirección artística: William Joseph Durrell Jr. Vestuario: Darryl Levine y Dawn Jackson. Efectos especiales: Bill Lee y Eddie Lee Voelker. Sonido: Thomas Causey, Robert J. Litt, Elliot Tyson y Steve Maslow. Ayudantes de dirección: Larry J. Franco y Jack Philbrick. Intérpretes: Keith Gordon (Arnie Cunningham), John Stockwell (Dennis Guilder), Alexandra Paul (Leigh Cabot), Robert Prosky (Will Darnell), Harry Dean Stanton (Rudolph Junkins), Christine Belford (Regina Cunningham), Robert Blosson (George Le Bay), William Ostrander (Buddy), David Spielberg (Señor Casey), Malcolm Danare (Moochie), Steven Tash (Rich), Stuart Charno (Vandenberg), Kelly Preston (Roseanne), Marc Poppel (Chuck), Robert Barnell (Michael Cunningham).

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