viernes, 28 de octubre de 2011

Hostel 2 / Hostel: part II / Eli Roth 2007






Roth se limita a realizar un simple remake. Y un remake donde se repiten multitud de situaciones de la anterior. Incluso se repiten personajes, totalmente innecesarios y puede que repita hasta casi los mismos fallos que tenía “Hostel”. Lo mismo podemos decir de los diálogos absurdos, de aquella confusa idea de Europa que reinaba en la primera y las mismas actitudes misóginas (si es que hasta se repite el guiño a su padrino Tarantino con lo de “Pulp Fiction” en un televisor). Lo que tampoco encontramos en esta secuela, es capacidad alguna por parte de Roth de llegar a crear algún momento de dramatismo, profundidad o ambientación alguna. Eso si, filigranas con la cámara (movimientos y cámaras lentas que no vienen a cuento) sin ton ni son, eso si que lo hace. El problema es que lo hace hasta el aburrimiento. Incluso se vislumbra un intento torpón de intentar crear una comparativa espejo entre los asesinos y las victimas. Torpe, sin conseguirlo y que solo se salva por lo atractivo de la idea de esos millonarios viciosos clientes del Hostal, que el muy despistado de Roth, no nos ofreció en la primera parte. Y es realmente buena la situación de las pujas de los millonarios por las victimas. Intencionado o no, sí sabe conseguir una buena trama en ese aspecto y resolverlo con un final delirante que casa bastante bien con la historia planteada. Aparte de hacer un buen muestrario de asesinos, donde tenemos a una Bathory en plena ceremonia sangrienta y a un Ruggero Deodato haciendo un cameo canibalesco. Y varios son los homenajes al cine italiano de los setenta, como el de Luc Merenda (Torso, violencia carnal). Otra gloria italiana que aparece en la cinta es la guapísima Edwige Fenech (gran mito erótico). Que la película en conjunto entretiene y es amena, pues si. Pero no se puede romper esa lanza cuando es el segundo intento de explicar esa misma historia, solo, para volver a ofrecer un producto plano, vacío, mediocre y tremendamente comercial. Hostel 2 solo puede ofrecer eso. Entretenimiento y alguna delicia gore por parte de Nicotero y Berger. Pero por desgracia (ya que con el argumento de Hostel podría hacerse un buen homenaje), por muy fan y admirador que Roth sea del cine de terror de los setenta, parece ser que poco a aprendido de este.

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