domingo, 16 de octubre de 2011

ZOMBI (Dawn of the Dead, George A. Romero, 1978)




George A. Romero y Richard Rubinstein decidieron poner en marcha la secuela de "La noche de los muertos vivientes" buscando parte de la financiación por Europa. Así se incorporan en el proyecto Dario Argento en calidad de productor y su fiel banda de Rock GOBLIN para la banda sonora.

El tiempo esperado para esta secuela supuso el poder dar otro enfoque a la invasión de los muertos, pudiendo hacer uso directo en esta ocasión, de esas supuestas lecturas sociales y metafóricas. Nos situamos entonces a finales de los setenta, fiebre consumista y materialista. Romero nos presenta a los protagonistas, situándolos en escenarios donde arremeterá contra los medios de comunicación, las fuerzas del orden, religión, armas. La película arranca en un plató de televisión convertido en un caos absoluto durante un debate sobre que hacer con los cadáveres. Momentos cargados de ironía donde, vemos como tertulianos, cámaras y realizadores discuten casi al borde de la histeria inconscientes sobre la verdadera catástrofe. Mientras, la emisora emite direcciones de centros de socorro ya fuera de servicio para mantener a la audiencia. En el siguiente escenario, un grupo de SWAT dispuestos a asaltar un edificio donde un grupo de puertorriqueños esconden a sus muertos, incapaces de deshacerse de ellos. En las afueras, militares y tipos con rifles se divierten disparando a los zombies, como si se tratara de una fiesta de la NRA(National Rifle Asociation). Y los protagonistas, en un alto para coger provisiones en unos grandes almacenes, acabaran refugiándose en el, luchando no solo contra los zombies sino también contra saqueadores motorizados que les intentarán robar lo que para ellos se ha convertido en su "propiedad privada".

Para el festival gore de la película, se contó con la maestría de Tom Savini, quien también participa como actor interpretando a uno de los moteros. Y muchas de esas lindezas sanguinolentas pasarían a la historia, así como también, marcarían las bases de todo un subgénero iniciado en un principio por plagios directos a la película (La mayoría con origen italiano). Entre los platos fuertes, destacar el principio del film, donde los zombies de un sótano devoran partes de cadáveres, las cabezas que estallan o el descuartizamiento de los moteros.

Romero, combina perfectamente todos los elementos terroríficos con trepidantes escenas de acción muy cercanas a lo que sería un comic, acompasadas por la frenética banda sonora de Goblin(*). Y el resto del conjunto, lejos de la casqueria que tanto a ayudado a que la obra quede injustamente generalizada dentro de lo que sería el cine Z, es excelentemente resuelto dentro de toda esa lectura metafórica sobre que el zombie es el consumidor, espejo de la misma humanidad. Si en "La noche de los muertos vivientes" tenemos como única localización una granja, aquí, siéndolo la mayor parte un centro comercial, resulta mas familiar para nosotros, aparte de tener mas riqueza en localizaciones para la acción del film. La película, contiene toda la estética y formas fílmicas del cine de bajo presupuesto, pero a pesar de ello es, junto con toda la trilogía zombica, una obra de enorme valor. Injustamente desprestigiada por la critica sesuda o por las nuevas generaciones de esta nueva era del reciclaje y de remakes.


(*)Dentro del acuerdo llegado entre Rubinstein, Romero y Argento para la producción del filme, Dario Argento se quedaba con los derechos de distribución en países de habla no inglesa. La versión estrenada en estos países (entre ellos España), el montaje incluía toda la banda sonora compuesta por los GOBLIN. La versión de Romero solo conservo una pequeña parte, el resto era música de archivo. Así como también un montaje diferente.

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