
No resultó muy difícil para la Hammer conseguir los derechos de “The Quatermass experiment”, dado que mantenían buenas relaciones con la BBC. Carreras y Hinds pronto tuvieron listo un guión a cargo de Nick Kneale, y este se lo mandaron a Val Guest. Val Guest se encontraba por aquel entonces de vacaciones con su esposa en Tánger, y tras leer el guión, y animado por su esposa, canceló sus vacaciones y regresó a Inglaterra dispuesto a dirigir la película. La Hammer quiso cubrirse las espaldas para asegurar que la cinta, que iba a costar unas 45000 libras, tuviera una buena distribución mundial. Y para ello llegan a un acuerdo con la productora estadounidense Lippert, con la que ya había trabajado la Hammer con anterioridad. Estos mandaron a Richard Landau para que trabajara conjuntamente con Nick Kneale en el guión. Pero el toque final al guión se lo dio el propio Val Guest, quién a diferencia de las intenciones de los inversores americanos, le supo dar ese estilo contrario a las películas sobre marcianos de los USA de los primeros 50.

Y es ese uno de los grandes atractivos de la película. Un aire documental, escenas divertidas, algunas terroríficas, diálogos sencillos, cotidianos, al igual que los protagonistas. Lo que hizo “El experimento del doctor Quatermass” fue romper totalmente el estilo de las pelis de sci-fi americanas. El tratamiento de la incógnita que alberga la nave procedente del espacio es tratado por Val Guest de manera soberbia, sin entrar en grandes filigranas. Luego nos encontramos con el misterio que esconde el único superviviente de la nave (obra maestra la escena en que vemos lo sucedido dentro de la nave), y seremos testigos del destino del astronauta (interpretado espléndidamente por Richard Wordsworth) a lo grande en ese estupendo final en Westminster. Como si de un estupendo cómic se tratara (No olvidar las adaptaciones en cómic, aquí las pudimos disfrutar dentro del clásico “Dossier Negro”). Para interpretar al Quatermass cinematográfico, los inversores americanos importaron a un habitual malvado en los westerns, el irlandés Brian Donlevy, actor ya en caída, pero suficientemente popular (en la serie era interpretado por Reginald Tate).
Como decíamos, la película fue un éxito rotundo. Estrenada en 1955 en el “London Pavillion” y clasificada para adultos. Y un astuto James Carreras exploto ese “atractivo” escabroso de la película resaltando la gran equis en la publicidad, retitulándola “The Quatermass Xperiment”. En los USA se estrenó al año siguiente bajo el título de “The creeping unknown”, en una versión ligeramente cortada.
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